
El presidente Milei puso en práctica la etapa superior de las relaciones carnales II con Estados Unidos: la sumisión política y soberana.
La cipayesca escena donde aparece con la general del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson y el embajador de ese país, Marc Stanley, cediendo el carácter estratégico de la Base Naval Integral de Ushuaia -puesta en marcha en 2022 por el presidente A. Fernández- solo es comparable con ese otro capítulo de la Argentina colonial contemporánea, que fue el pacto Roca-Runciman de 1933.
El artículo 214 de la Ley 11.179 del Código Penal de la Nación Argentina es claro en cuanto a las consecuencias sobre los delitos que se cometen contra la seguridad de la Nación.
Si el gobierno Milei/Villarruel consuma la entrega de la Base Naval Integrada, punto estratégico de la Argentina Bicontinental por su proyección al Atlántico Sur y la Antártida, será una derrota estratégica solo comparada con la caída de Puerto Argentino en 1982.
El control militar y logístico de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, es el acto más grande de sometimiento político de lo que va del siglo XXI.