Imagen de Bahía Blanca: con la solidaridad como bandera

Más de 300 compañeros y compañeras asistiendo a las familias bonaerenses afectadas por las inundaciones


La tragedia que golpeó a Bahía Blanca y sus alrededores puso a prueba una vez más la capacidad de respuesta del Estado provincial y de la comunidad organizada. Frente al fuerte temporal que azotó a la ciudad, rápidamente la militancia organizada y los compañeros y compañeras de la Patria es el Otro se hicieron presentes para asistir a las familias bonaerenses afectadas por las inundaciones.


Desde el primer momento, los militantes dieron muestras de su profundo sentido de solidaridad, trabajando incansablemente para acompañar a las víctimas del temporal. Desde el programa Bonaerenses Solidarios del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad y junto a otras instancias del Gobierno de la provincia de Buenos Aires se desplegó una estrategia de asistencia inmediata que garantizó la presencia del Estado Provincial en los barrios más afectados de Bahía Blanca y sus alrededores, como Coronel Rosales y Vilarino.


La potencia comunitaria que se genera cuando un gobernador como Axel Kicillof lidera con compromiso, sumado al esfuerzo de la militancia organizada, es la prueba concreta de que otro modelo de país es posible: uno donde el Estado está presente y pone a disposición todas sus herramientas y recursos para atender las emergencias y cuidar a su pueblo.


Este despliegue contrasta fuertemente con la indiferencia y el cinismo del gobierno de Javier Milei, que no sólo ha suspendido la obra pública—agravando las condiciones de infraestructura en todo el país—sino que además niega el cambio climático y sus efectos devastadores. En Bahía Blanca y en toda la región, los efectos de esta negación se sienten con crudeza: barrios enteros anegados, familias que lo han perdido todo y una respuesta nacional inexistente. 


Frente a este abandono, el pueblo se organiza y demuestra, una vez más, que la solidaridad es el camino. “Nos salvamos por los vecinos, éramos seis familias arriba de un techo. Quedó un desastre y ahora estamos limpiando, hay que meterle para adelante. Estoy muy agradecido con los que vinieron a darnos una mano, va a costar pero sé que vamos a salir adelante”, contó Martin, vecino de Gral. Cerri.


Tal como enseñó Juan Domingo Perón: “Lo que caracteriza a las comunidades sanas y vigorosas es el grado de sus individualidades y el sentido con que se disponen a engendrar en lo colectivo. A este sentido de comunidad se llega desde abajo, no desde arriba”. Y el pueblo  bonaerense ha demostrado que en los momentos difíciles, la única respuesta posible es la comunidad organizada. La militancia no dudó en hacerse presente en cada rincón afectado, asistiendo a los vecinos, relevando necesidades, organizando donaciones y garantizando la llegada de la ayuda en tiempo y forma.


La inundación no sólo arrasó con calles y viviendas; también dejó en evidencia dos modelos de país. Uno, donde el mercado manda, el Estado se retira y el pueblo queda condenado al individualismo. Otro, donde la solidaridad, la comunidad organizada y un Estado presente construyen comunidad y ofrecen respuestas concretas. En este contexto, la acción de la comunidad organizada fue un faro de esperanza en medio de la tragedia. 


Como relató Ariel Miño, voluntario del programa Bonaerense Solidarios y militante de La Patria es el Otro, “les damos a los vecinos ese abrazo fraternal que hace falta en estos momentos”. “Estamos colaborando en lo que se necesita, limpiamos las viviendas y damos contención a los vecinos”, agregó.


Por eso, es relevante destacar a los más de 300 compañeros y compañeras militantes que sin dudarlo, viajaron a Bahía Blanca y a las zonas afectadas, poniendo el cuerpo y haciendo realidad la consigna que nos guía: la patria es el otro. Con su esfuerzo y compromiso, demostraron que no hay adversidad capaz de frenar la fuerza de un pueblo organizado y solidario.


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