
En la Plaza como todos los jueves, acompañamos la marcha del la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Como cada jueves, las Madres volvieron a decir presente en la histórica Plaza de Mayo, en la que fue su marcha número 2450. En un ejercicio de coherencia y constancia, reafirmaron su compromiso inquebrantable con la memoria, la verdad y la justicia.
Acompañando a las Madres, se hizo presente la militancia de La Patria es el Otro, que con su presencia demostró una vez más que la lucha por una Argentina con justicia social, soberanía política e independencia económica sigue más vigente que nunca. Consignas y cantos resonaron reafirmando la voluntad colectiva de recoger las banderas de los 30.000 y llevarlas a la victoria.
En esta ocasión, la marcha contó con la participación de Santiago Fidanza, subsecretario de Organización Comunitaria del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad. Convocado por las Madres, tomó la palabra y remarcó que acompañarlas a ellas “es el más grande honor que puede tener un militante”.
Resaltando la solidaridad y el compromiso del pueblo bonaerense, Fidanza se refirió al abordaje territorial que realizó el gobierno de la provincia de Buenos Aires para atender la situación de Bahía Blanca y destacó el esfuerzo incansable de los voluntarios que asisten a las familias afectadas por el temporal. “Con el Cuervo Larroque analizamos la situación y definimos que había que llevar gente para ayudar. Esa misma noche 300 compañeros salieron para Bahía Blanca y apenas llegaron se pusieron a limpiar casas, hospitales y escuelas y a acompañar el dolor del pueblo”, expresó. “Las Madres nos enseñaron que la militancia y el trabajo en comunidad son el camino, y nos legaron un país profundamente solidario”, agregó.
Asimismo, contrastó esa labor con el abandono y la inacción del gobierno nacional ante la emergencia, subrayando la importancia del Estado presente y de la organización popular en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. “Al pueblo de Bahía lo ayudaron el pueblo y el gobierno de la provincia, de la mano del gobernador Axel Kicillof y su decisión política de transformar las cosas. Estoy muy orgulloso de ser parte de esta gestión”, dijo para finalizar.
También tomó la palabra el poeta y periodista Demetrio Iramain, quién recordó la figura del inmenso Osvaldo Bayer luego de la brutal destrucción de su monumento por parte del gobierno nacional. Cerró la jornada Carmen Arias, con la lectura del documento que cada jueves difunden las Madres, en el que destacaron la necesidad de seguir luchando por los derechos humanos y la justicia social en un contexto de avances neoliberales que buscan borrar la memoria colectiva y debilitar las conquistas populares.
Como en cada marcha, la presencia de Hebe de Bonafini se hizo sentir entre los presentes. Su legado continúa siendo un faro y una guía para todos aquellos que sueñan y trabajan por una Argentina distinta, más justa, soberana y solidaria. En cada pañuelo blanco, en cada voz que se alzó en la plaza, en cada paso firme sobre las baldosas de la memoria, quedó claro que su lucha sigue viva.
Las Madres de Plaza de Mayo, con su incansable andar, enseñan que la memoria no se negocia, que la lucha sigue y que solo con el pueblo organizado se alcanzará la justicia plena. Y como en cada marcha, su mensaje retumbó con fuerza: los 30.000 viven en cada acto de resistencia, en cada gesto de solidaridad y en cada paso hacia una patria libre, justa y soberana.
