La consigna "30.000 presentes, ahora y siempre" retumbó en cada rincón
En unidad y en defensa del futuro, como cada año, la militancia de La Patria es el Otro marchó a Plaza de Mayo por la Memoria, la Verdad y la Justicia, encolumnada tras el flamante frente bonaerense “Movimiento Derecho al Futuro”. Junto a las Madres de Plaza de Mayo, al movimiento obrero organizado, y con la destacada presencia del gobernador bonaerense Axel Kicillof, la militancia expresó, al grito de “Nunca más”, su férrea defensa de la memoria y repudió la reivindicación de la dictadura que suscribe el gobierno de Javier Milei, reivindicación expresada no solo en las manifestaciones negacionistas sobre su accionar genocida sino también en el seguimiento del modelo económico de José Alfredo Martínez de Hoz.
Desde muy temprano, las organizaciones que forman parte de LPEO comenzaron a congregarse en las inmediaciones de Plaza de Mayo, ubicándose tras el telón del Movimiento Derecho al Futuro, encabezado por referentes políticos, sociales, sindicales y de Derechos Humanos. Mientras tanto, en la Casa de las Madres, ubicada frente al Congreso de la Nación, el gobernador Kicillof era recibido con afecto y reconocimiento por las madres para sumarse a la tradicional marcha que, a bordo del camión, las trasladó hasta la plaza, al compás del acalorado aplauso popular en su andar.
“Como cada 24 de marzo, estamos donde queremos estar, con las Madres, las Abuelas y una multitud que no responde a las agresiones sino que, de manera pacífica, llega a la Plaza de Mayo para afirmar que son 30 mil y decirNunca Más”, manifestó el gobernador, y dejó otra frase que marca el rumbo para lo que viene: “Nosotros tenemos claro hacia dónde queremos ir, hacia una Patria y un futuro conMemoria, Verdad y Justicia, más soberanía, más igualdad y más derechos”.
Durante todo el recorrido, Kicillof fue saludado por miles de manifestantes que ven en él una esperanza para la construcción de una alternativa política capaz de enfrentar el ajuste y la represión y de continuar la lucha por un país más igualitario y soberano. Su presencia no pasó desapercibida: cada paso suyo junto a las Madres de Plaza de Mayo es un mensaje claro de compromiso con la defensa de la memoria y los derechos humanos.
En una de las marchas más multitudinarias que se recuerden en los últimos tiempos, el pueblo se manifestó masivamente y reafirmó su compromiso con la memoria, pero también con la construcción de un país más justo y solidario. La presencia de la juventud fue especialmente notoria: miles de jóvenes, con sus banderas y cantos, demostraron que la memoria de los 30.000 sigue viva y que son ellos y ellas quienes toman la posta para seguir luchando por un país con más derechos y sin represión.
“Venimos a defender lo conquistado y a decirle a este gobierno nacional que no perdonamos, no nos olvidamos, seguimos de pie y con la cabeza bien en alto para seguir dando batalla”, expresó una militante de la juventud de La Patria es el Otro.
A medida que avanzaba la jornada, la magnitud de la movilización se volvió innegable. Fue una de las marchas más grandes de los últimos años, una respuesta popular al avance de un discurso que pretende instalar la impunidad y borrar la memoria colectiva. Pero el pueblo dejó claro que no está dispuesto a retroceder. La consigna "30.000 presentes, ahora y siempre" retumbó en cada rincón, recordando que la historia de lucha y resistencia sigue viva en las calles y en el corazón de cada argentino y argentina comprometido con la justicia y los derechos humanos.
A la tarde, la plaza y sus alrededores estaban completamente colmados. Los discursos, cargados de emotividad y convicción, volvieron a dejar en claro que no hay lugar para el olvido ni el perdón. Se recordó a cada uno de los compañeros y compañeras que dieron su vida por un país más justo, se denunció a los responsables de la dictadura y a sus cómplices actuales, y se reafirmó el compromiso de seguir luchando por los mismos ideales que sostenían los 30.000. La emoción fue indescriptible cuando, al unísono, la multitud volvió a gritar una y otra vez: "¡30.000 compañeros detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre!".
La memoria es imprescindible para construir el futuro. No hay ni olvido ni perdón para los criminales de la dictadura ni para sus cómplices de ayer y de hoy. No permitiremos que nos arrebaten la historia, ni que intenten reescribirla para conveniencia de quienes buscan reinstalar políticas de ajuste, exclusión y represión. La memoria es un acto de resistencia, y cada 24 de marzo es un nuevo capítulo en la lucha por un país donde los sueños de los 30.000 sean realidad.
