Imagen de

Hoy nuestro país enfrenta nuevos intentos colonizadores por parte de potencias extranjeras y poderosos grupos concentrados de poder

Daniél Gollán
Diputado nacional, militante político y médico sanitarista


Hoy nuestro país enfrenta nuevos intentos colonizadores por parte de potencias extranjeras y poderosos grupos concentrados de poder, con un Presidente que detesta los conceptos de Patria y de bandera, dispuesto a destruir al Estado como garante de la justicia social.


La historia de nuestra enseña patria creada por Manuel Belgrano en 1812 en las barrancas del Paraná fue un hecho trascendente. Es preciso recordar que, por esa acción, Belgrano fue sancionado por un Triunvirato gobernante que no asumía aún el proceso que se había iniciado desde el año anterior y que sería irreversible: la independencia nacional.

Tan es así que hasta 1813 fue la bandera española la que flameó en el Fuerte de Buenos Aires, que se consideraba provincia de las Cortes de Cádiz, en medio de una pugna interna de los triunviros que tiene como epílogo la muerte - asesinato de Mariano Moreno en alta mar.

La bandera como símbolo es una guía identitaria de un proceso que ya no iba a detener su marcha, detrás de la cual se encolumnaron los ejércitos libertadores de San Martín en su cruzada latinoamericana.

Conmemoramos formalmente cada 20 de junio el aniversario del paso a la inmortalidad de Manuel Belgrano sustentado en la épica de un abogado patriota, que no dudó en hacerse cargo de la historia para ponerse al frente el Ejército del Norte. Un patriota que contribuyó no sólo en combates que frenaron los intentos de mantener la colonización española, sino que además aportó ideas y acciones vinculadas a la educación y a la economía de “una nueva y gloriosa Nación” que iba construyendo su identidad. 

Ese patriota, Padre Fundador como San Martín, Artigas y Bolívar, fue capaz de enfrentar a ejércitos entrenados del enemigo colonialista con la fuerza de la decisión emancipadora y sin calcular riesgos, acompañado por un pueblo que siguió su bandera, desarrollando acciones épicas como el Éxodo Jujeño, una de las mayores hazañas de nuestra historia a la altura del cruce de Los Andes por parte de San Martín.
"Parece mentira que tengamos un gobierno como el que encabeza Javier Milei, que detesta los conceptos de Patria y de bandera, dispuesto a destruir al Estado como garante de la justicia social restringiéndolo a un estado opresor al servicio de los poderosos"
Hoy nuestro país enfrenta nuevos intentos colonizadores por parte de potencias extranjeras y poderosos grupos concentrados de poder. Parece mentira que tengamos un gobierno como el que encabeza Javier Milei, que detesta los conceptos de Patria y de bandera, dispuesto a destruir al Estado como garante de la justicia social restringiéndolo a un Estado opresor al servicio de los poderosos. Por eso, es imprescindible rescatar una historia que el enemigo intenta esconder, y esto parte de la batalla cultural que debemos librar a diario, aún en inferioridad de condiciones, recreando el sentimiento patriótico, pero también, enlazándolo con la convicción de que una patria libre, justa y soberana es la única opción para mejorar la vida de todas y todos. Los gobiernos antipopulares como el actual intentarán siempre ocultar estas verdades detrás de supuestas “modernidades” que terminan siendo absolutamente nocivas para el país. 

Los argentinos hemos sido sometidos a un proceso de des-memorización creciente desde una cultura neoliberal dominante, dando paso a los símbolos patrios como objetos de homenaje circunstancial, antes que como testimonio de afirmación de nuestra propia identidad y memoria colectiva, como conciencia compartida de un destino común, soberano e independiente, como lo plantearon nuestros padres fundadores, en el marco de la Patria Matria Grande que terminó siendo balcanizada por el imperio anglosajón, primero inglés y luego de EEUU que, ayudados siempre por las élites oligárquicas locales, lograron dividir la voluntad de los pueblos, siendo oprimidos por la colonización cultural, económica y política. Este proceso se repite hoy en este 20 de junio que nos encuentra en plena lucha, en la que el enemigo no solo ocupa el gobierno, sino que intenta desarmar la Argentina tal cual la conocemos, creando estructuras dependientes pétreas, como lo hace desde sus instrumentos de dominación: el FMI, el Banco Mundial, los fondos buitres, el lawfare o la lV Flota de EEUU.

La bandera argentina es entonces algo más que un símbolo, es la síntesis de largas luchas por la liberación nacional que ha protagonizado el pueblo, cientos de veces en 500 años de colonización brutal y genocidio que continúa hasta hoy.

Detrás de esa bandera resurge el espíritu de un pueblo que no cejará en su lucha por una Patria Justa Libre y Soberana, en la que viva un pueblo feliz.