
Durante los últimos días, luego de los dichos del presidente Javier Milei en defensa de los fondos buitres extranjeros y en contra de los intereses nacionales, en cientos de paredes de toda la provincia de Buenos Aires, volvió a hablar el pueblo.
Militantes de La Patria es el Otro salieron a las calles a dejar, brocha en mano, una consigna clara: Milei Vendepatria, nacida de la bronca y de la conciencia colectiva frente al saqueo planificado que el gobierno nacional está ejecutando a favor de las potencias extranjeras y en contra de los intereses del pueblo argentino.
Como dijo el gobernador Axel Kiciillof, “lo más peligroso es que el propio presidente argentino elija ponerse del lado de los poderes extranjeros y no del lado de los intereses nacionales que debe representar y proteger”.
La entrega de nuestros recursos naturales, la destrucción del sistema científico-tecnológico, el vaciamiento de la educación y la salud públicas y la persecución de toda forma de organización popular, muestran con claridad cuál es el proyecto: arrodillar la Nación y rifar su soberanía. Frente a eso, el pueblo responde. No se queda callado. Se organiza, pinta, marcha, debate y se prepara para lo que viene.
Como dijera el General Perón en un recordado discurso de 1953: “A la patria la salva una sola entidad: el pueblo. Las patrias se salvan o se hunden por la acción de sus pueblos”. Las pintadas que inundan la provincia son mucho más que letras en una pared: son organización, memoria, coraje y amor por la patria. Son la certeza de que hay un pueblo despierto. Como dijeron Los Redondos "me voy corriendo a ver qué escribe en mi pared la banda de mi calle", y hoy lo que escribe el pueblo en cada rincón de la provincia no es otra cosa que la verdad: Milei es un vendepatria y el pueblo no va a quedarse mirando.
Porque no hay destino posible sin patria.