
La restitución del nieto 140, un día de alegría y emoción. Todavía faltan encontrar a 300 nietas y nietos apropiados durante el terrorismo de Estado.
La restitución de la identidad del nieto 140 volvió a llenar de emoción y fuerza la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, una de las banderas fundamentales de La Patria es el Otro. Una lucha que nos formó, que nos guía, y que se sostiene gracias a la perseverancia conmovedora de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que siguen marcando el camino en un país donde todavía duele el terror sembrado por los genocidas.
En este caso, Adriana Metz encontró a su hermano, nacido en el centro clandestino de detención “La Escuelita” de Bahía Blanca. Es hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, militantes secuestrados en Cutral-Có el 16 de diciembre de 1976 por un grupo de tareas del Ejército y la policía neuquina. Ella tenía cinco meses de embarazo. Esa noche, irrumpieron en la casa familiar y se los llevaron. Adriana, de un año, fue dejada con un vecino hasta que los abuelos paternos pudieron ir a buscarla y criarla en Bahía Blanca. Graciela y Raúl fueron torturados en La Escuelita de Neuquén, luego los trasladaron a Bahía Blanca y hoy permanecen desaparecidos.
La identidad restituida del nieto 140 no es solo una historia individual: es una victoria colectiva, una reparación de tanta muerte impune que sigue siendo posible gracias a la lucha organizada. Por eso, esta alegría es también política.
La emoción se multiplicó en las redes y en las calles. Cristina Álvarez Rodríguez agradeció a las Abuelas “por no bajar los brazos y seguir luchando" y por ser "nuestro faro en estos tiempos tan difíciles”. Por su parte, Victoria Montenegro fue contundente: “En tiempos donde más de uno quiere abandonar la lucha, las Abuelas nos demuestran que si hay organización y conciencia todo es posible. En estos tiempos de profunda oscuridad, de proscripción y persecución, una vez más las Abuelas nos permiten un poco de luz. Desde el primer día, este gobierno empezó un ataque sostenido y direccionado a los organismos de Derechos Humanos, con un recorte que pone en riesgo muchas políticas que costaron muchos años conquistar. Están desguazando una por una las áreas vinculadas con la búsqueda de justicia”, afirmó.
Desde que asumió el actual gobierno, los organismos de derechos humanos enfrentan un ataque sistemático: recortes presupuestarios, vaciamiento institucional y desarticulación de políticas históricas. Pero este encuentro con la verdad nos recuerda que no podrán borrar lo que el pueblo escribe día a día con su memoria. Todavía faltan encontrar a 300 nietas y nietos apropiados durante el terrorismo de Estado. Porque cada identidad recuperada es un acto de justicia con los 30 mil. Por eso y por ellos seguimos. Y porque, como dijera la eterna Hebe en 2007: “Queridos hijos. Su sangre no fue inútil, florece en cada barrio”.